Cada meta u objetivo que antes nos haya parecido imposible lograr, y que se pueda hoy lograr mediante una entrega interior, eso podemos decir que es un milagro. Sabemos que lo convencional es hablar de milagros en términos de hechos o fenómenos que escapan a toda explicación científica en el mundo físico. Así pues, normalmente son considerados “milagros” los hechos donde la gente salva de morir en accidentes devastadores, o en los casos donde se dan curaciones extraordinarias luego de que la ciencia médica hiciera su último esfuerzo.
Claro, esos son los casos más sorprendentes, pero no tienen que ser así de extraordinarios para considerarse “milagros”. Para nosotros “milagro” puede estar referido a un hecho derivado de un simple pero real “cambio de actitud” más que nada por todas las repercusiones positivas que este cambio puede tener en la vida de una persona.
Pero este cambio necesariamente tiene que ver con una transformación de ser humano materialista a ser humano espiritual.
Y es que los “milagros” sólo pueden aparecer en los seres espirituales. Los que creen y al final descubren que su fuerza interior proviene de la energía de Dios que está en ellos, son los que pueden llegar a conocer la felicidad plena, es como si fuera un premio por recurrir a algo que siempre estuvo allí dormido, quizás parezca extraño pero eso funciona así.
Un ser milagroso es capaz de imaginar para si mismo una realidad llena de prosperidad, lo más curioso es que este estado de espiritualidad no implica pedir nada, al contrario es en ese estado donde uno busca más dar que recibir, y sin embargo es cuando más empiezan a llegar los símbolos de la prosperidad a nosotros tal como si tuviéramos un imán que atrae todo lo positivo.
Las personas que se convierten en espirituales tienen la gran ventaja de que pueden acceder mediante una entrega plena y con mayores posibilidades a una salud física ideal, y una gran estabilidad emocional por su capacidad para liberarse de fobias, temores o adicciones.
Si el común de las personas que es “no espiritual” pudiera darse cuenta de la gran ventaja que representa ser espiritual, no dudaría en poner el empeño y esfuerzo suficiente para entregarse a ese proceso. ¿Pero como se darán cuenta? Para ello se requiere buscar constantemente respuestas, ser perseverante en ello, y además algo que queda claro para pensar en el cambio es un requisito indispensable: tener una fuerte motivación.
Allí está la clave para el cambio, una fuerte motivación, un objetivo que nos haya parecido irrealizable, esas ansias de sentirse realizado por medio de conseguir algo. Un objetivo largamente anhelado puede ser el justo estímulo para que pongamos en marcha toda la maquinaria de cambio, y de paso se acceda al verdadero poder personal que es mágico y espiritual.
Entréguese al proceso de cambio y aparecerán los milagros. En absoluto vaya a pensar que esto que digo son sólo palabras. Son miles y miles de casos de personas que en diferentes grados transformaron su vida, sólo por el hecho de ser audaces, de atreverse a explorar lo desconocido, por tener las agallas de ir en busca de sus sueños.
No tema más a los miedos del pasado y conscientemente limpie de basura mental todo ese subconsciente que está encubierto, curemos a nuestro genio creador llamado subconsciente y mediante él llegaremos a nuestra alma. Finalmente es allí donde radica toda nuestra energía vital, capaz de realizar los milagros.
MARDAM
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